La cerámica, colocada de manera profesional y con los adhesivos apropiados, tiene la peculiaridad de quedar firmemente adherida a la superficie inferior.
Puede parecer un detalle, pero esto conlleva muchos aspectos importantes, también de naturaleza económica: un suelo bien colocado es estable y reduce el riesgo de tropiezos, dura en el tiempo y no debe ser sustituido con frecuencia por levantamientos y alteraciones, manteniendo su belleza sin cambios con el paso de los años.