Algunos pavimentos son reciclables, siempre y cuando se separen las capas que los componen una a una. La cerámica, en cambio, no contiene plástico, es homogénea y reciclable.
Reciclar los materiales que se van a desechar, enviándolos a parques ecológicos que pueden darles una nueva vida, es una de las necesidades urgentes de nuestra sociedad, que utiliza demasiadas materias primas y que a menudo vierte sus productos en el medio ambiente.
La cerámica es un material inerte compuesto por elementos naturales, como la arcilla y el agua, y que puede reciclarse fácilmente e integrarse de nuevo en el ciclo de producción.