Los sistemas de calefacción por suelo radiante se extienden cada vez más puesto que han demostrado ser las que un mayor confort térmico proporcionan en los espacios. Hablamos de confort térmico cuando las personas no experimentan sensación de calor ni de frío, existe un equilibrio; es decir, cuando las condiciones de humedad, temperatura y movimientos del aire son favorables a la actividad que practicamos, sea descansar en casa, estar trabajando en nuestra oficina o caminar descalzo por un vestuario.

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La principal ventaja de los suelos radiantes es que precisan de una menor temperatura (y gasto de energía) para lograr alcanzar ese confort térmico que según los estudios es de una temperatura en el ambiente de 19 °C.

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Está demostrado que los pavimentos cerámicos son los que tienen mejor rendimiento ya que tienen un mejor coeficiente de conductividad. Su mayor densidad también le proporcionan una mejor inercia térmica.

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